HORMIGAS

 

Nombre científico:

Formicidae
 

Apariencia:

Tienen unas características morfológicas distintas de otros insectos, como las antenas en codo, glándulas metapleurales y una fuerte constricción de su segundo segmento abdominal en un peciolo en forma de nodo. La cabeza, mesosoma (el tórax más el primer segmento abdominal, fusionado a éste) y metasoma o gáster (el abdomen menos los segmentos abdominales del peciolo) son sus tres segmentos corporales claramente diferenciados. El peciolo forma una cintura estrecha entre su mesosoma y el gáster. El peciolo puede estar formado por uno o dos nodos (solo el segundo, o el segundo y tercer segmento abdominal).

 
Hormiga bulldog mostrando sus potentes mandíbulas y los ojos compuestos relativamente grandes que le proporcionan una visión excelente.

Como el resto de los insectos, las hormigas cuentan con exoesqueleto, una cobertura exterior que sirve de carcasa protectora alrededor del cuerpo y de punto de anclaje para los músculos, en contraste con el endoesqueleto de los humanos y otros vertebrados. Los insectos no tienen pulmones; el oxígeno y otros gases como el dióxido de carbono atraviesan el exoesqueleto a través de unas minúsculas válvulas llamadas espiráculos. Los insectos también carecen de vasos sanguíneos cerrados (sistema circulatorio abierto); en cambio, tienen un tubo perforado, largo y delgado (denominado «aorta dorsal»), que se extiende por la parte superior del cuerpo y que hace las funciones de corazón y bombea hemolinfa hacia la cabeza, gobernando así la circulación de los fluidos internos. El sistema nervioso se compone de un cordón nervioso ventral que se extiende a lo largo del cuerpo, con varios ganglios y ramas que llegan a los extremos de los apéndices.

                                                                               
 
Diagrama de una hormiga obrera.

La cabeza de una hormiga contiene muchos órganos sensoriales. Como la mayor parte de insectos, tienen ojos compuestos formados por numerosas lentes minúsculas unidas. Sus ojos son adecuados para detectar movimiento, pero no ofrecen una gran resolución. También tienen tres pequeños ocelos (ojos simples) en la parte superior de la cabeza, que detectan el nivel lumínico y la polarización de la luz. En comparación con los vertebrados, la mayoría tienen una visión pobre o mediocre, y algunas especies subterráneas son completamente ciegas. Sin embargo, otras especies, como la hormiga bulldog australiana, tienen una vista excepcional. También en la cabeza cuentan con dos antenas, órganos con los que pueden detectar sustancias químicas, corrientes de aire y vibraciones y sirven a su vez para transmitir y recibir señales por medio del tacto. Disponen de dos fuertes mandíbulas, que usan para transportar alimentos, manipular objetos, construir nidos y para defenderse. Algunas especies tienen una cámara intrabucal, una especie de pequeño bolsillo que almacena alimento, para después pasárselo a otras hormigas o a las larvas.

Sus seis patas están ancladas al mesosoma (tórax). Una garra ganchuda situada al final de cada pata ayuda al animal a escalar y a engancharse a varios tipos de superficies. Solo las hormigas reproductoras, reinas y machos tienen alas; las reinas las pierden después del vuelo nupcial, dejando unas marcas visibles que son un rasgo distintivo de las reinas. Sin embargo, en algunas especies las reinas y los machos tampoco tienen alas.

El metasoma (abdomen) de las hormigas alberga órganos internos importantes, incluidos los del sistema reproductor, respiratorio (tráquea) y excretor. Las obreras de muchas especies tienen el ovipositor modificado en un aguijón que usan para someter a las presas y defender sus nidos.

Alimentación:

La mayor parte de las hormigas son depredadoras generalistas, carroñeras o herbívoras directas o indirectas, pero algunas especies han evolucionado hacia una especialización en los modos de obtener alimentos.

Las hormigas cortadoras de hojas (Atta y Acromyrmex) se alimentan exclusivamente de un hongo que solo crece dentro de sus colonias. Recogen continuamente hojas que después llevan a la colonia, las cortan en trozos pequeños y las ponen en jardines de hongos. Las obreras se especializan en tareas según su tamaño; las más grandes cortan tallos, las medianas mastican las hojas y las más pequeñas cuidan de los hongos. Estas hormigas son lo bastante sensibles como para reconocer la reacción de los hongos ante diferentes tipos de vegetales, aparentemente detectando señales químicas de los hongos. Si un determinado tipo de hoja es tóxico para el hongo, la colonia ya no recogerá más. Las hormigas se alimentan de unas estructuras producidas por los hongos denominadas gongylidia. Unas bacterias simbióticas que se encuentran en la superficie exterior de las hormigas producen unos antibióticos que eliminan las bacterias que podrían dañar los hongos.

En la especie Leptanilla swani (subfamilia Leptanillinae) la larva alimenta con su propia hemolinfa a la reina mediante glándulas especializadas situadas en su protórax y el tercer segmento abdominal. Este comportamiento es similar al de Adetomyrma venatrix (no relacionada con la anterior), una rara y primitiva especie endémica de Madagascar, conocida como hormiga vampiro u hormiga Drácula, debido a que, en lugar de que las larvas regurgiten alimento como es habitual en la mayor parte de las especies, las obreras y las reinas muerden y perforan la piel de las larvas para alimentarse de los fluidos de su cuerpo. Esta sorprendente forma de alimentarse no causa la muerte de la larva, por lo que se denomina «canibalismo no destructivo».

                                                                                  

Reproducción:

La vida de una hormiga comienza a partir de un huevo. Si éste es fertilizado, nacerá una hembra (diploide); si no, será un macho (haploide). Este tipo de reproducción, característico de los himenópteros, se llama haplodiploidía.

Los formícidos son insectos holometábolos, esto es, que se desarrollan por metamorfosis completa, característica de los insectos más desarrollados, en la que el estadio larval pasa por un estadio pupal antes de transformarse en imago. La larva permanece prácticamente inmóvil y es alimentada y cuidada por las obreras. A las larvas se les suministra alimento por trofalaxis, un proceso por el cual una hormiga regurgita la comida líquida almacenada en su buche. Los adultos también comparten de este modo los alimentos almacenados dentro del que podemos denominar «estómago social». Las larvas también pueden recibir alimentos sólidos, como por ejemplo huevos tróficos (no fecundados), trozos de presas, semillas traídas por obreras recolectoras o, en el caso de algunas especies, incluso pueden ser transportadas directamente hasta una presa capturada.

Las larvas pasan una serie de mudas y alcanzan el estadio pupal. La pupa tiene los miembros libres, no unidos al cuerpo como en las crisálidas de mariposa. En algunas especies la diferenciación entre reinas y obreras (ambas son hembras), y entre las diferentes castas de obreras, está influida por la alimentación que reciben las larvas. Las influencias genéticas y el polifenismo por el ambiente de desarrollo son complejos y la determinación de castas sigue siendo objeto de investigación. Los machos con alas emergen de las pupas junto con las hembras fértiles, también aladas, aunque algunas especies, como las hormigas guerreras, tienen reinas sin alas. Las larvas y las pupas tienen que permanecer a temperatura relativamente constante para asegurar un desarrollo adecuado, por lo que son trasladadas a menudo de una cámara de cría a otra dentro de la colonia.

Una nueva obrera pasa los primeros días de su vida adulta cuidando de la reina y de las crías. Posteriormente es promovida a tareas de excavación y de mantenimiento del hormiguero y, más adelante, a defender el hormiguero y recolectar alimento. Estos cambios pueden ser bastante repentinos, y definen lo que se denomina castas temporales. Una posible explicación de esta secuencia son las numerosas bajas que se producen durante la recolección, por lo que resulta un riesgo solo aceptable para las hormigas más viejas, que probablemente morirían pronto de causas naturales.

                                                                                             
 

La mayoría de las especies tienen un sistema en que solo la reina y las hembras fértiles tienen la capacidad de aparearse. Contrariamente a la creencia popular, algunos hormigueros tienen múltiples reinas, mientras que otros pueden existir sin reinas. En colonias sin reinas, hay obreras con la capacidad de reproducirse; esas obreras reciben el nombre de «gamergates» y las colonias que carecen de reina se conocen como colonias gamergates. La mayor parte de las reinas son las únicas hembras que son fértiles y no todas las hormigas macho son fértiles, las hormigas machos estériles o guerreras se encargan de defender la colonia o conquistar otras.

Los machos alados también puede aparearse con reinas de otras colonias; cuando se introduce en una colonia ajena, el macho es atacado por las obreras, pero entonces libera una feromona de apareamiento y, al ser reconocido como amigo, se le llevará ante la reina para aparearse. Los machos también pueden patrullar el nido y luchar contra otros atacándoles con sus mandíbulas, perforando su exoesqueleto y luego marcándolos con una feromona; el macho marcado se identifica entonces como un invasor por las hormigas obreras y lo matan.

La mayoría de las especies de hormigas son univoltinas, y producen una nueva generación cada año. Durante el periodo de apareamiento, que varía dependiendo de la especie, los machos y hembras alados salen al exterior (generalmente los machos lo hacen antes que las hembras) en el llamado vuelo nupcial. Los machos utilizan señales visuales para buscar un lugar de apareamiento común donde convergen otros machos; entonces secretan unas feromonas para que acudan las hembras. Las hembras de algunas especies se aparean con un solo macho, pero las de otras lo hacen con varios machos. Las hembras que se han apareado buscan después un lugar adecuado para empezar una nueva colonia; allí se arrancan las alas y empiezan a poner los huevos y a cuidarlos. Las hembras almacenan el esperma que obtienen durante su vuelo nupcial para fertilizar de manera selectiva los futuros huevos. Las primeras obreras que nacen son débiles y más pequeñas que las que nacen con posterioridad, pero empiezan a servir a la colonia inmediatamente; amplían el hormiguero, buscan alimentos y cuidan de los otros huevos. En la mayoría de las especies, es así como se forman las colonias. En las especies que tienen varias reinas, una de ellas puede abandonar el hormiguero, junto con algunas obreras, para fundar una nueva colonia en otro lugar.

                                                                                              
 

Se han descrito una gran variedad de estrategias reproductivas en distintas especies de hormigas. Se sabe que las hembras de algunas especies tienen la capacidad de reproducirse asexuadamente por partenogénesis telitoquia, y una especie, Mycocepurus smithii, está compuesta solo por hembras.

Las colonias de hormigas pueden ser longevas. Las reinas pueden vivir hasta treinta años, mientras que las obreras viven entre uno y tres. Los machos, sin embargo, tienen una vida más efímera, y solo viven unas pocas semanas. Se estima que las hormigas reina viven hasta cien veces más que los insectos solitarios de un tamaño similar.

Permanecen activas a lo largo de todo el año en la zona tropical, pero, en regiones más frías, sobreviven el invierno en un estado de dormancia o inactividad. Las formas de inactividad son variadas y algunas especies de zonas templadas tienen larvas que entran en estado inactivo (diapausa), mientras que otras, solo son los adultos los que pasan el invierno en un estado de actividad reducida.

Tipos de hormigas

  1. Hormiga aterciopelada de los árboles: reciben su nombre de su entorno, pues habitan en las cortezas de árboles viejos. Son capaces de picar y secretar sustancias olorosas. Se caracterizan por su tórax rojo, la cabeza de color negro y el abdomen negro brilloso y aterciopelado.
  2. Hormiga de campo: pueden ser de color rojo, marrón o negro. Suelen vivir en campos y jardines, en hormigueros subterráneos cercanos a caminos. Consumen alimentos dulces y larvas de otros insectos.
  3. Hormiga carpintera: se trata de una variedad de hormigas de gran tamaño, que a veces se ubica por encima de los 15 milímetros de longitud. Habitan en maderas húmedas, aunque no las usan para alimentarse como ocurre en otros casos. Las comunidades suelen ser muy numerosas. El color predominante es el negro, y pueden presentar líneas grises en el abdomen. Aunque no pican, son capaces de morder y pellizcar.
  4. Hormiga de fuego: suelen medir entre 5 milímetros y 6,25 milímetros de longitud y su cuerpo es rojizo y su cabeza, amarillenta. Cuando pican, inyectan un veneno poderoso capaz de matar animales jóvenes, aunque no causan mayores complicaciones en humanos. Viven en grandes hormigueros subterráneos que se comunican con el exterior por medio de dos o más montículos de tierra. Se alimentan de semillas, carne y vegetales. Para conseguir tales provisiones son muy agresivas y activas.
  5. Hormiga doméstica olorosa: son llamadas de esta forma porque, al ser aplastadas, liberan un olor muy intenso y desagradable. Suelen habitar en casas, tanto en el interior como en el exterior de las mismas. Son de color marrón oscuro y miden alrededor de 2,7 milímetros de largo.
  6. Hormiga faraona: son de tamaño variable, entre los 2 milímetros y los 5 milímetros de longitud y se localizan en cimientos de diversas construcciones, siempre que encuentren calor y humedad. Son muy difíciles de controlar, pues cuando se las ataca, se dividen en sub colonias. Se caracterizan por poseer alas y presentar un color entre amarillo y rojo. Se alimentan de elementos dulces, frutas, carnes y otros insectos muertos.
  7. Hormiga ladrona: de color amarillo o marrón y de tamaño muy pequeño, no mayor a los 1,5 milímetros, viven en hormigueros de otras especies más grandes, de cuyas larvas se alimentan.
  8. Hormiga pequeña negra: al igual que en el caso anterior, tienen un muy pequeño tamaño y habitan en maderas en descomposición en colonias muy numerosas. Por lo general se alimentan de secreciones de plantas, grasas y verduras. Como su nombre lo indica, tienen un color negro oscuro.
  9. Hormiga de maizal: se alimentan de insectos vivos o muertos, savias de plantas y pulgones. Suelen invadir los campos de maíz y anidan en troncos o bajo las piedras.
  10. Hormiga acróbata: se las reconoce por la forma acorazonada de su abdomen, su color amarillento o negro y por acomodar su cabeza sobre el abdomen y el tórax en situaciones de excitación. Al igual que otras variedades, habitan en maderas podridas.
  11. Hormiga cortadora de hojas: se denominan de esta forma porque para obtener alimento cortan hojas de plantas y las conducen a sus hormigueros para alimentar a los hongos subterráneos que a su vez utilizan para nutrir a la comunidad. Presentan color marrón oscuro y espinas en su tórax, adaptación muy útil para su actividad en el transporte de cargas. Siempre habitan en el exterior, en hormigueros de dimensiones muy importantes: pueden superar los 3,50 metros de profundidad.
  12. Hormiga argentina: residen en tierra húmeda cerca o en contacto con construcciones. Se alimentan de sustancias dulces y secreciones de plantas. Son de color marrón oscuro.
  13. Hormiga cosechadora: se diferencian de las demás por tener pelos bajo la cabeza para limpiar sus patas. Son marrones y se asientan en espacios abiertos. Almacenan semillas dentro de sus hormigueros para alimentarse.
  14. Hormiga del pavimento: su cuerpo es de color negro o marrón, pero sus patas y antenas son claras. Tienen pelos en todo el cuerpo y se alimentan de grasas y dulces.
  15. Hormiga falsa mielera: anidan siempre en el barro. Son marrones y se alimentan de líquidos azucarados que son almacenados en el abdomen y son regurgitados para la ingestión de la comunidad cuando son requeridas.
  16. Hormiga grande amarilla: poseen alas y un color rojizo. Habitan en cimientos, troncos podridos o debajo de piedras.
  17. Hormiga loca: poseen patas y antenas muy largas y suelen marchar sin destino por una habitación en busca de alimentos. Habitan por lo general en interiores.
  18. Hormiga pirámide: se ubican en jardines o espacios con flores. De color marrón o rojizo, se alimentan de sustancias dulces y poseen un diente con forma de pirámide en el tórax.